sábado, 19 de marzo de 2011

Cuando la meta es perder peso...


Las dietas están de moda y en todas partes vemos que se ofrecen resultados mágicos o sin esfuerzos, incluso pastillas que supuestamente nos solucionarían la vida o “pócimas” (merengadas o como las quieran llamar) para perder peso… Pocos se detienen a analizar si realmente quien nos lo ofrece es un especialista (recordando que el indicado para tal fin debe ser un médico nutrólogo o un nutricionista), si estas dietas o “tratamientos” tienen efectos secundarios y si éstas supuestas maravillas nos sirven a todos. ¿Qué se debe considerar entonces si la meta es perder peso?

-       En primer lugar, ir al especialista, quien lo evaluará y podrá informarle acerca de su estado nutricional (y si existe exceso de peso, cuánto es), revisará si existen alteraciones asociadas como colesterol o triglicéridos elevados, glicemia (azúcar en sangre elevada) o cualquier otra particularidad y procederá a individualizar la intervención, es decir: establecer las metas y un plan de acción para alcanzarlas.
-       Mentalizarse que perder peso si amerita un esfuerzo y que este viene dado por aprender a comer, de esta manera al principio puede que sea difícil adaptarse a un plan de alimentación saludable pero le permitirá perpetuar los resultados.
-       Tener paciencia; de nada sirve pesarse todos los días o torturarse frente al espejo… el ritmo adecuado de pérdida de peso -si bien es individual- debe oscilar entre 800gr y 1.2Kg de disminución a la semana al principio de la dieta y tiende a ser menor al irse acercando a la meta. Es así como garantizamos que no se disminuya el peso a expensas de músculo sino de grasa y además de evitar el temido efecto rebote (que es extremadamente frecuente en dietas muy restrictivas, sobretodo aquellas que prometen una pérdida de muchos kilos en corto tiempo).
-       No pierda la motivación: Cuando esté a dieta, piense en usted y su salud (y si desea hasta en su apariencia puede pensar), no en complacer los antojos de los demás… Por experiencia personal, los pacientes más motivados son los que mejor cumplen los planes de alimentación y llegan más rápidamente al peso deseable.
-       Combine la dieta con el mejor aliado, el ejercicio. Tan solo 150 minutos a la semana es bueno para comenzar, alternando ejercicio cardiovascular (caminar, trotar, correr, nadar, bailoterapia) con resistencia (pesas, máquinas, ligas, ejercicios musculares).
-       De las pastillas… no para rebajar. Únicamente debe consumir los medicamentos indicados por el médico según cada enfermedad (tensión alta, diabetes, etc). En primera instancia, algunos fármacos acompañan a las dietas, no las sustituyen, en segundo lugar, ninguno de los medicamentos utilizados para el control del peso está libres de efectos secundarios y finalmente (aunque muy importante) no todos los fármacos utilizados para la pérdida de peso están aprobados para tal fin.

Espero que a pesar de ser un post largo, sea de su agrado y utilidad. Para más información o citas, no dude en contactarme a través del (0212) 5781478 y (0212) 5781317 o por email a doctorarossana@gmail.com

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